—¿Puedes ver algo mocoso?
—Déje de llamarme mocoso, legalmente soy un adulto.
—Te pregunté si puedes ver algo.
—No, no veo nada, al parecer debimos darle cobijas más calientes. —El joven hechicero mira con desprecio al abuelo.
—No me mires a mi mocoso, yo necesito mi mantita con borrega, si no, no puedo dormir.
—Que infantil, igual preparé una trampa para estos casos.
—¿Otro huevo con vida propia? —La mirada burlona del abuelo ser manifestó.
—Pues, aunque no lo crea así es, en parte. Coloqué una serie de anzuelos mágicos vivientes en la cobija que usa la señorita Mina, están hechos con la sustancia favorita de los huevos vivientes, pero como sólo tenía un huevo y me lo comí anoche, tuve que secuestrar a otro huevo y darle vida.
—Probemos tu cosa, si no funciona simplemente entramos.
El pequeño huevo entra y comienza a caminar por la habitación, se dirige hacia donde se encuentra dormida Mina, su misión es simple: ingerir los anzuelos mágicos de tal modo que la cobija caiga y permita a ambos pervertidos disfrutar del show de Mina.
El huevo detecta un anzuelo y comienza a morder, al momento de halar un poco la cobija, un libro gigante cae y aplasta al huevo.
—¡Waaaaaaaaaaaaaaaaaah! Mi huevo
—Mocoso tonto, te dije que reforzaras tus huevos antes de mandarlos
—¡No, no lo dijo! Mire nada más, toda su yema se esparce por el piso, que triste la vida de un huevo mágico. En realidad ¿Qué es la vida?
—Deja de decir tonterías y escóndete que la loca ya despertó.
Mina despierta en una habitación extraña, está un poco sucia y llena de pósters de anime de chicas mágicas.
—¿Dónde estoy? —Se sienta en la cama y piensa por un momento. —Es cierto, ésta es la habitación del niño brujo y me quedé para que el anciano me ayude con la dirección de Logistics.
Mina se levanta cubriéndose con una cobija, se acerca a la puerta y la cubre con la cobija, no deja espacios vacíos.
—Esos tipos ya tienen mi ropa interior, no voy a dejar que vean lo que resta del show de Mina.
Afuera de la habitación.
—Es cierto, no hemos recolectado la ropa sucia del calabozo, ¡vamos abuelo! —Susurra el joven brujo.
—Es inútil…
—No empiece con su flojera, ¡esto es lo más cerca que hemos estado de una chica como ella en años!
—Te digo que es imposible, yo ya fui a ver y no hay nada
—¡¿Quería quedarse con toda la diversión para usted?!
—No, el depósito de ropa íntima usada va a dar a la cocina y… se quemó junto con los tamales, justo cuando ustedes limpiaron también se llevaron nuestra adquisición.
—¡¿EH?!
Se abre la puerta y Mina sale de la habitación.
—Qué hacen ustedes dos aquí afuera ¿intentaron espiarme?
—No, no, no, no. Nosotros sólo esperamos a que despertará para…- El joven hechicero no sabía con que terminar la frase.
—Pues la verdad que, si lo intentamos, pero recordamos que no había nada bueno que ver. —Dice el abuelo.
—Hmmm, bien desayunemos.
Mina camina hacia la cocina.
—Abuelo ¿Cómo hizo eso si es usted tan inútil?
—Es de mañana, adiviné que no había nada que tener cuando saliera de la habitación si éramos sinceros.
—Oh, eso es muy útil.
—Si, vamos a la cocina parece que está de buenas.
Al entrar a la cocina ven a Mina ponerse un delantal mientras calienta un sartén en la estufa.
—Woooow, señorita Mina ¿cocinará para nosotros? -Sorprendido el pequeño hechicero se muestra deseoso de probar la comida hecha por ella.
—Si, verás, ayer hice que tú abuelo sangrara en los arbustos y voy me ayudarán con sus extraños poderes, así que decidí ser linda por una vez.
—No le creas nada mocoso, estoy seguro de que es una trampa.
—Abuelo, usted nunca me deja disfrutar de estas escasas oportunidades, además ¿no ve que las personas también pueden ser buenas y agradables con nosotros?
—Esta bien, está bien, pero me escucharás decir “te lo dije en varios idiomas cuando todo esto termine”
—Vamos pequeño brujo, los ancianos que no quieren comer nos quitan el aire y la tranquilidad.
Mina coloca los platos con deliciosos huevos rancheros.
—Eso huele sospechosamente delicioso.
—Habe deihioho (sabe delicioso) —el pequeño devora su porción.
—Nos repartiremos lo del anciano —dice Mina.
—¡Si!
—Esperen, esperen, yo nunca dije que no comería esta comida, es mi deber probarla para constatar que tengo la razón.
—Eres como un grano en la lengua, anciano. —Mina replica y come un bocado.
Después del desayuno todos lucen más tranquilos y felices.
—Debo admitir que está trampa estuvo deliciosa mocoso.
—¿Todavía está con eso abuelo?
—En fin, démonos prisa, pronto desaparecerá mi poder.
—Es lo único bueno que ha dicho viejo loco.
Pronto, salen del inmueble y se colocan en círculo.
—Veamos, Logistics, ¿dónde está esa cosa?
El brujo saca su celular y comienza a buscar en el mapa.
—¡Eso no es adivinar, también intenté buscarlo en maps y no resultó!
—¿acaso crees que toda la magia es un ritual extraño en que las personas vuelan y hay un espectáculo de luces brillantes?
—Sí
—Pues la mayor parte de la mafia es así, pero la adivinación es bastante simple y la tecnología lo ha facilitado bastante.
El brujo navega por el mapa, va por un lado y luego por otro, como si no supiera lo que hace.
—Hmmm, creo que… aquí es
—¿En serio? Que rápido
—No, espera ese el local de quesadillas de mi hijo.
—Abuelo, yo también pensé en ir por quesadillas
—¿Verdad que sí? Vayamos más tarde.
—Dejen de decir tonterías y ayúdeme de una buena vez
De nuevo, comienza a buscar como si no supiera lo que hace. ¿En verdad sabe lo que hace?
—Sí, aquí es…
Parece que finalmente lo consiguió.
—Genial, déjeme ver… – Mina presta atención al mapa —¿Pero qué diablos hace? Ahí es donde yo vivo.
—Uy, lo siento me concentré en tu ropa interior.
—Maldito viejo, ya me hartó.
—Está bien, está bien, me voy a concentrar… pero esto es difícil sin una motivación.
—Es cierto, el poder del abuelo funciona mucho mejor con motivaciones, algo que se relacione directamente con lo que se desea encontrar o adivinar.
—Ya veo, pero lo único que se relaciona directamente con Logistics es el maldito gato.
—Hmmm… quizás funcione… – El anciano comienza a reflexionar
—¿Qué? —Pregunta Mina.
—Ya se a lo que se refiere, abuelo y concuerdo con usted.
—¿Qué?, ¿De qué hablan?
—Así es… iremos a la casa de Mi…
—Jamás —Mina interrumpe
Del bolsillo de su chaleco saca pelo del gato.
—Acabo de recordar que Crium suelta montañas de pelo, siempre aparece entre la ropa.
—Bueno mocoso, lo intentamos. —Concluye el abuelo.
Tras treinta minutos de un ritual extraño en que las personas volaron y hubo un espectáculo de luces brillantes, Mina finalmente obtuvo la ubicación exacta de la empresa Logistics.
—Bien, creo que eso es todo, debo irme —Mina se despide ante la cara del pequeño que no aguanta las lágrimas y el abuelo que parece que todo le da igual.
—No se vaya, señorita Mina, le hago su casita en el patio.
—Sabes que jamás dejarás de ser virgen si le dices eso a las chicas ¿cierto? —Mina mira tiernamente al niño.
—¿Quién dijo que soy virgen? —El pequeño hechicero parece molesto.
—Ok… – Mina no insiste —Bien, mi última tarea en este lugar será…
Mina mira directamente al abuelo.
—Devuelve mi ropa interior, viejo horrible.
El abuelo saca un paquete pequeño de su bolsillo y lo entrega a Mina.
—¡E —eso es la ropa interior usada que la máquina recolectó!, ¡Usted dijo que se había quemado junto con los tamales!
—Mentí para quedármela —Contesta tranquilamente el abuelo.
—¿Cómo lo dice tan fácilmente? —Pregunta el niño.
—Les puse un menjurje en su desayuno, mientras ustedes dormían yo leí bastante en tu habitación. —Afirma Mina.
—Te dije que era una trampa, una deliciosa trampa. —El abuelo concluye.
Finalmente Mina puede ir a reclamar a la empresa de mensajería. Lo que comenzó como un camino sin salida, ahora parecía llevar un rumbo directo a recuperar su vida.
Ella se aleja poco a poco, una sonrisa se dibuja en sus labios y comienza a correr.
—Debo cambiarme de ropa para ir con esos malditos, con esta falda no me siento como si fuera yo misma.
De pronto, el teléfono de Mina suena, es un mensaje de parte de Lili.
“Bety despertó, quiere hablar contigo” —se podía leer en el mensaje.
—Diablos, parece que hoy también será un día ajetreado.
Ella va directo al departamento, no sólo para cambiar su ropa, también quiere verificar que todo esté bien y que Atzin haya controlado la situación.
Cuando entra ve a una Atzin tirada en el piso, está dormida, toda ella huele a menta, sus manos están lastimadas, el gato se revuelca en el piso, babea y lanza zarpazos a pugs imaginarios.
—Atzin, ahora puedes ver que los gatos no son tan buenos como creías.
—¡No es cierto! —Atzin despierta de golpe.
—¿Qué haces? ¿fingías dormir?
—Sí, pero sólo para que vieras mi esfuerzo, en cambio tú te la pasaste perdida en no sé dónde, de seguro llorando como bebé por lo mucho que sufres.
—Te equivocas Ai
—¿A qué te refieres?
—Logré encontrar la verdadera dirección de la empresa de paquetería Logicstics, por lo que ahora podré deshacerme del gato.
—No es en serio ¿o sí?
—Estoy hablando muy en serio
—Pero Tzintzin, este gato es un dios, no puedes, es decir no debes deshacerte de él, es una bendición.
—Claro que no Ai, desde que llegó todo ha sido horrendo, no sabes cuántas veces temí por mi vida o vi morir gente ser engullida por ese maldito gato.
—Pe-pe-pero Tzintzin, es un gato, no podrías hacerme esto a mi
—Ai, prefiero mil veces que vagues por las calles y hagas investigaciones extrañas con gatos caseros que con este gato gigante que no sabes hasta cuándo lo podrás controlar.
—Está bien, como tú quieras, si quieres déjalo morir, pero… pero… no me vuelvas a hablar, he desaparecido para ti, no vuelvas a dirigirme la palabra y la ropa que tomé de tus cosas y las cosas que tomé prestadas me las quedo
—Atzin, siempre has hecho eso
—¡Púdrete! —Atzin sale llorando del departamento, dejando atrás a Mina quien descubre restos de hierbas y botellas de perfume.
Es hora de tomar un baño. Ya que el gato está aturdido por tanta hierba, ella tiene un poco de libertad de relajarse en su departamento.
Mina toma su toalla y algo de ropa que pudo encontrar. El gato parece feliz mientras se revuelca en el piso. Ella esquiva su enorme cuerpo y llega al baño, entra y cierra la puerta con seguro.
—No dejaré que nada interrumpa este valioso tiempo conmigo misma.
Su cuerpo está agotado y el sudor que le produjo ese acalorado día se escurre lentamente por su cuello hasta llegar a su pecho.
—Ese chaleco es demasiado cálido y apesta a humo —ella se quita de encima el chaleco y lo tira en el piso mientras camina hacia la regadera.
Las alargadas botas caen brúscamente y dejan indefensos a los descalzos pies de Mina sobre el fresco piso de baño. Ella abre la puerta de la ducha y acciona las llaves de la regadera, en el piso cae la falda y la camiseta que llevaba puesta.
—Que incómodo es llevar falda, todo el tiempo tuve que protegerme de que no husmearan esos dos brujos torpes.
Se escucha el agua caer, Mina escucha un ruido extraño y voltea con rapidez.
—¿Qué habrá sido eso?
Camina hacia la puerta por la que entró, pero se detiene.
—Espera, dije que nada interrumpiría este baño, además estoy prácticamente desnuda.
La suave piel de Mina se eriza un poco por una brisa fría que entra por la ventila del baño. Sólo la cubren su ropa interior, un lindo conjunto rosa muy claro.
—Debo entrar a la regadera, parece que el agua está lista.
Vapor liviano sale por arriba del cancel del baño. Sin miedo al pudor, ella deja caer su brassiere y sus pantaletas y entra rápido a la regadera y cierra la puerta corrediza.
Justo frente a la regadera, la puerta de una gaveta se abre y de ella sale una persona…
Mientras tanto, Ai camina en la calle, sin rumbo aparente lanza patadas y maldice sin mirar a quien.
—Va a ver esa maldita Metztli, me voy a vengar de ella, voy a publicar sus fotos en bikini en la página más guarra que haya en línea. Sí incluso haré un video de ella cuando duerme casi desnuda, pero ¿Qué página será buena para llevar a cabo mi venganza? Le preguntaré al esclavo, es soltero y se la pasa en el departamento de Tzintzin, de seguro es virgen.
Ai saca su teléfono y llama Erick, poco después Contesta.
—Atzin ¿Dónde está Mina? Bety despertó y la esperamos desde hace rato.
—Cállate esclavo, tengo algo importante que decir.
—¿Qué pasa?
—Necesito vengarme de Tzintzin, así que publicaré fotos de ella en el sitio web más guarro que conozcas, también necesito que utilices su cara y se la pongas a fotos de tipas desnudas.
Del otro lado de la línea telefónica, Erick tiene una severa hemorragia nasal. Una enfermera se acerca hacia él.
—No se preocupe, estoy bien. —Le dice a la enfermera.
—¿Qué te pasa esclavo? Contesta —Se escucha a Atzin en el teléfono.
Erick recobra la compostura y responde:
—No puedo hacer eso que me pides, ella es mi amiga, sería terrible que yo le hiciera eso, además estamos en una situación delicada como para pensar en ese tipo de venganzas.
—No seas hipócrita esclavo, siempre te quejas de que te dice Bastardo o cuando se burla de tu inteligencia y cuando nos cuenta como acariciaste al gato en la ingle.
—¡Eso era cuestión de vida o muerte! Además, tú me dices esclavo.
—Como sea, yo estoy segura de que te la pasas todos los días en casa de mi hermana porque vives con la esperanza de que un día te saque de la friendzone, ¡admítelo!
—¡Yo voy a su departamento porque no tengo trabajo! Además, me aseguro que ese gato no le haga algo malo.
—No mientas, eres bien cobarde esclavo, admite que lo único que quieres es mirarla de cerca, tener sus ojos claros frente a ti, saborear sus labios rosas y…
—¿Y…?
—¡Agarrarle sus bien formados pechos, y jamás dejarla ir!
La misma enfermera sostiene a Erick mientras él tiene otra hemorragia nasal.
—Estas muy loca Ai —la apariencia de Erick es más anémica cada vez.
—Piensa en las posibilidades, si me ayudas tendrás contacto directo con fotos de Tzintzin en primer plano, además yo sé bien que tu conoces un montón de páginas donde podemos subirlas, dime algunas.
—Pues está Zvideos, Bornhub… Espera ¿Por qué piensas que yo conozco tanto del tema? ¿Crees que soy un pervertido o algo así?
—No Erick, es completamente normal que las conozcas…
Es la primera vez que Atzin le habla por su nombre, él sintió calidez en su pecho, comprensión y compañerismo, de parte de alguien que nunca imaginó.
—… es normal para un hombre virgen que casi está en sus 30.
Erick cuelga.
—Me colgó, ¡el esclavo me colgó! ¿Quién le dio el derecho de…
Vibra el teléfono de Atzin, es un mensaje de Erick.
“Si estas con Mina, dile que se apresure, la esperamos desde hace mucho y… ¡No soy virgen!”.
—Hmmm, tendré que pedirle ayuda al otro esclavo…
Atzin mira detrás de ella, nada ni nadie parece estar alrededor
—¿Dónde dejé al esclavo? —Comienza a hacer memoria —veamos, él y yo estuvimos con el gato hasta que se calmó y le dije que me acostaría en el piso y fingiría estar desmayada hasta que llegara Tzintzin, luego pasó como media hora y … ¿Qué pasó?… —Atzin trata de recordar lo que sucedió con Richie —¡Ah! ¡Dijo que iría al baño!
Minutos antes, en el departamento de Mina, las cosas se complicaban en el baño.
Richie sale de donde estaba oculto.
—¡Demonios! Pero qué carajos hago aquí —piensa —A quién se le ocurre hacer del baño en casa ajena y con la puerta sin seguro, ¡soy un Tarado! Y, además, ¿por qué se me ocurrió esconderme en las gavetas? ¡¿Qué clase de idiota soy?!
Lento y silencioso, Richie se acerca a la puerta que lo llevaría de salida.
—Ahora no debo hacer ruido, si Mina me ve en estas condiciones, no sé qué pensará de mi. Ya era suficiente con el hecho de haberme casi declarado.
Con el camino libre y suficiente ruido de parte de la regadera, Richie gira la perilla de la puerta, sostiene el seguro para evitar que suene y empuja la puerta.
—¿Eh? No se mueve —Empuja con más fuerza. – ¿Por qué no se mueve?
Los nervios de Richie comienzan a alterarse, su respiración se hace pesada, está por entrar en pánico. Se sienta en el piso del baño y trata de idear un plan.
—¡Claro! Si no puedo abrir la puerta simplemente tengo que entrar de nuevo a la gaveta y cuando salga me las idearé para salir de aquí. —Richie ahora tiene un plan.
—¡Oh demonios! Olvidé mi toalla… – Mina dice en voz alta —¡Ah! Es cierto, las toallas las guardó en las gavetas de abajo, ya no es como en mi casa, digo, casa de mis padres.
—¡¿Estás bromeando?! —Richie tiene los ojos enrojecidos y una apariencia desesperada
—¡¿No puedo salir o esconderme en las gavetas?!
Richie está oficialmente desesperado, posa sus manos en el piso y una de ellas toca algo tibio y suave.
—¿Eh? ¿Qué es esto?
Son las pantaletas de Mina que siguen calentitas.
—Ah…
De pronto, un arcoíris sale en el cielo, unos amantes se casan en París, Tesla envía un auto al espacio, el Kilahuea hace erupción y Richie tiene una erec… hemorragia nasal.
—Siento como si todo lo malo que me pasó meses atrás valió la pena, como si los planetas se alinearon sólo para ponerme aquí, en este sitio…
El teléfono de Richie vibra.
—¿Qué demonios? ¡Es Ai!
Richie entra rápido a la gaveta y contesta.
—Esclavo ¿dónde has estado? Creí que me seguías como un perro fiel, pero volteé y ni una señal de ti.
—No puedo hablar ahora, estoy en un apuro.
—Se escucha mucho eco ¿sigues en el baño?
—Sí, pero Mina entró a bañarse y… no se dio cuenta de que yo estaba aquí y… – Richie toma un momento para recapacitar —¿Por qué diablos te dije eso?
—¡¿Estas con mi hermana en el mismo baño mientras ella se baña?!
La furia de Atzin está por estallar.
—Eh, espera, te digo que fue un accidente, ella entró mientras yo…
—No digas nada, esclavo —interrumpió. —Esto es…
—Demonios, debo admitir que esto es muy extremo, – en silencio, Richie piensa en las consecuencias de sus actos —creo que Ai dejará de hablarme… finalmente.
—Esto es… – Atzin toma unos segundos para continuar. Se pueden ver un par de lágrimas que brillan en sus ojos. —¡Esto es perfecto!
—¿¡Qué!?
Una radiante sonrisa ilumina el rostro de Atzin.
—Es perfecto esclavo, tu perversión me servirá para mí venganza ¿Cómo supiste que planeaba publicar fotos y videos de Tzintzin en páginas guarras?
—¿Cómo alguien puede saber eso? —Richie está consternado y una de sorpresa e incredulidad se dibujó en su cara.
—Bien, ahora sal de dónde estés y tómale un video mientras se baña, no te preocupes, tarda años en la regadera.
—No digas tonterías Ai, si me descubre…
—Te cortará las bolas y no te permitirá volver a su casa, pero igual pasará si descubre que estas en el mismo baño que ella mientras se baña.
—Ese no es el punto, bueno sí, un poco. Lo que digo es que podrías ayudarme a escapar de esto en vez de pedirme que grabe a tu hermana.
—¿Pero qué gracia tendría eso? —Atzin se muestra implacablemente indiferente. —No te preocupes, cuando tengas el video, nos podremos vengar los dos.
—Entiende que no quiero hacerlo, tu hermana es muy buena conmigo.
—Hmmm ¿dices que prefieres a Tzintzin sobre mí, tu ama? Eso no te llevará a nada esclavo, ¡eso es alta traición!
Desde fuera de las gavetas se escucha que la puerta de la regadera se abre.
—Ai, Mina ya terminó de bañarse, dijo que no tenía y toalla y vendrá por una a las gavetas, ¡me va a descubrir y todo será tu culpa!
—¿Mi culpa? ¿Quién te autorizó para culparme esclavo? Que no ves que esta es tu última oportunidad de redimirte. En cuanto ella abra la gaveta tu le tomas una foto y tendremos material para llevar a cabo mi venganza.
—No sabes lo que dices Ai, yo no tengo nada contra Tu hermana, a decir verdad, me gusta bastante.
—Quisiste decir “me agrada bastante” —la voz de Mina se escucha desde fuera de las gavetas —Richie, cierra los ojos, voltea hacia la pared, abre la puerta y dame una toalla.
Richie sigue las instrucciones tal y como Mina las dijo.
—¿Sabías que estaba aquí?
—Se escuchaba perfectamente su conversación. ¡Atzin ya sé cuál es tu plan de venganza!
—¡Púdrete Metztli! —Se escucha la furiosa voz de Atzin quien inmediatamente después, cuelga.
Por fuera, se escucha a Mina quien se seca el cuerpo. El cabello, la cara, los hombros desnudos.
—Sabes Richie, a pesar de que fue una tontería esconderse en las gavetas, me alegra saber que eres un buen chico y nunca intentaste espiarme, es decir, Bastardo lo ha intentado muchas veces y si hubiera estado en tu situación, puede que lo habría hecho sin pensar. Pero tú fuste diferente.
—La —lamento mucho esto, y —yo estaba en el baño, me lavaba las manos y, de pronto escuché a alguien acercarse a la puerta y por alguna razón me metí en las gavetas.
La toalla recorre con suavidad la espalda y los desprotegidos brazos de Mina.
—Esa es una excusa bastante pobre, pero la acepto.
—D – de verdad lo siento mucho, juro que jamás volverá a pasar.
La toalla continúa su recorrido sobre el abdomen y las piernas, a la par que la conversación sigue.
—Lo sé Richie, por otro lado, deberías saber que cualquier cosa que planee mi hermana es una tontería, ella hace muchas cosas locas y, por lo mismo, no debes hacerle caso.
—Lo sé, en realidad no iba a hacer nada de lo que me pidió.
La fricción de la toalla húmeda con el cuerpo de Mina terminó, la toalla ahora cubre su cuerpo.
—Bien, ya puedes salir.
—¿En serio?
—Sí ya estoy cubierta, pero no veas demasiado ¿Eh?
Richie sale de la gaveta y se pone de pie frente a Mina. No puede evitar mirar un poco de aquí y allá. El brillo en la piel de Mina es muy llamativo, el dulce y suave olor del shampoo llega a su nariz y, finalmente, el húmedo cabello de Mina le trae pensamientos poco apropiados para ese momento.
—Tu cara está roja —Mina le hace notar.
—Eh, ah, eh, yo…
—Debe hacer bastante calor por aquí, me gusta el agua bastante caliente.
—Ah, claro.
Ella gira el seguro superior de la puerta…
—¡Ah! ¿Por qué no vi ese seguro? —Piensa Richie.
… Gira la perilla y da el primer paso hacia fuera, Richie le sigue. Ella camina hacia su habitación, evita al gato que duerme plácidamente en medio de todo y se detiene a su lado. Mira a Crium con desprecio.
—Maldito gato te voy a…
Mina lanza una patada hacia su cola, pero el gato la mueve y gira el cuerpo, lo que hace que ella pierda el equilibrio, la toalla se suelta y cae desnuda en la alfombra.
—Eh… —Richie la mira y la cara de ambos está roja, él rápidamente levanta la toalla —Ten tu toall…
—¡no me mires pervertido! —Ella lanza un potente puño a la cara de Richie.
Minutos más tarde.
—Eh, lamento ese golpe Richie, fue un reflejo de fémina violenta.
—N-no hay problema, a decir verdad, no siento nada
Con una mejilla hinchada y la dificultad para pronunciar ciertas vocales, Richie es el hombre más feliz del mundo.
—¿Seguro?
—Claro, claro.
Mira hacia el armario de pugs y abre la puerta. Ahora cada pug tiene un rol en esa sociedad autosuficiente, algunos se encargan de racionar alimentos, otros de cuidar a los cachorros, mientras algunos investigan nuevas tecnologías para hacer la vida en ese armario más eficiente. Su meta a largo plazo es la colonización de un armario más grande para procurar la especie.
—Bien, creo que este es el momento para hacer esto.
Abre la reja que impide que los pugs salgan del armario y los deja salir, confía en que su nueva inteligencia adquirida en el confinamiento les ayudará a sortear nuevos retos.
—Lo lamento chicos, su sociedad autosuficiente y utópica dentro del armario tiene que acabar, su depredador natural es demasiado para mí, espero que con su nueva inteligencia puedan sobrevivir.
Los pugs la ven con ojos tristes, algunos salen del armario, con desconfianza tocan el terreno que alguna vez se mantuvo imposible de alcanzar. Otros miran hacia afuera, lucen tristes como si una nueva temporada en la serie de su vida comenzara.
Finalmente, todos los pugs corren fuera, saltan alegremente, las madres alientan a sus cachorros a ir fuera y jugar. Es una escena conmovedora, algunos comienzan a rascarse, otros juegan a las mordidas, otros lamen sus narices húmedas, huelen sus traseros, persiguen sus colas, otros comen popó recién hecha.
—Parece como si regresaran a la normalidad. —Afirma Richie.
—No, lo normal sería que fueran sólo perros tontos…
Algunos perros saltan a las fauces del gato dormido, Crium tiene la sorprendente habilidad de comer mientras duerme.
—… pero ahora parecen incluso más tontos que en un inicio. —Concluye.
Y aquellos pugs que construyeran alguna vez una sociedad autosuficiente y sustentable, vuelven a ser tontos, y parecieran más tontos que antes.
—Creo que les tuve mucha fe. —Dice Mina.
Ella y Richie salen del departamento, rumbo al hospital. Una vez ahí, ellos se encuentran con Erick, Lili y los padres de Bety, Richie parece preocupado por Atzin, y pregunta por ella, los demás dicen que no le han visto, Mina interviene:
—Es probable que es que esté en casa de nuestros padres o haya escalado un árbol, pero seguro está bien, dado que planeaba una venganza.
Richie corre a buscarla. Erick, bastante serio, se acerca a ella:
—Metztli, debes hablar con Bety, ella te ha esperando por mucho tiempo ya.
—¿Hablas de esa forma para impresionar a los padres de Bety?
—¿Eh? N-no, yo sólo me preocupo por la salud de mi querida amiga.
—Corta el rollo, ellos saben cómo es Bety y han escuchado mucho de ti, Bastardín.
Miran hacia los padres y ambos ríen mientras miran a Erick.
—Señor y señora papas de Bety…
Mina se dirige a los padres de Bety con mirada sería.
—No nos llames papas de Bety, dimos por nuestro nombre. —La madre le dice, con una voz cálida propia de una madre amorosa.
—Lo siento, no me acostumbro.
—Mina, sabemos que hubo un accidente en tu departamento y también sabemos que nuestra hija tiene parte de la culpa de esto, te agradecemos que hayan reaccionado rápido y la hayan traído al hospital. —Con amables palabras, el padre de Bety habla con Mina. Parece que incluso le tienen más confianza que a su hija.
—Es lo que tengo que explicarles, yo…
—No es necesario explicar nada, tú ya has hecho mucho por nuestra hija, la salvaste de aquella congestión alcohólica, evitaste que se la llevaran unos capos de la droga, le ayudaste a superar su miedo a las rodadoras del desierto y le ayudabas a estudiar para los exámenes ¿Cómo no confiar en ti?
—Ahora que lo dice, creo que la consentí mucho.
—Sip, a mí también —interrumpe Lili.
—Hahahahaha… – todos ríen alegremente.
—Y yo siempre apoyé a Bety con su deficiencia de tamaño… —Interviene Erick.
Todos guardan silencio.
—Y dinos Mina, ¿Por qué trajeron a este loco?
—Nadie lo trajo, se nos pegó. Disculpen las molestias.
Mina se disculpa nuevamente y camina hacia donde está Bety. Lili la alcanza.
—Mina ¿lo lograste?
—Sí, muchas gracias por el consejo Lili.
—Me refiero a las papas ¿las trajiste? Eran con salsa de la que…
—¡De la que pica! Ya lo sé.
Mina saca de su bolso las papas.
—Ya están todas aguaditas
—Pues que esperabas, las traje así todo el camino.
—Ojalá no hubieses esperado a que esto pasara para solucionarlo —Dice Lili.
—Las papas aguadas no tienen solución, de hecho, me gustan así
Lili resopla con la boca, parece bastante enchilada
—Afuuu, Afuuu —resopla —me refiero a lo de tu gato y Bety
—Ah, sí… lo sé
Mina entra con Bety.