Desde tiempos antes de la invención de la escritura, el hombre ha generado conocimientos y los ha ido renovando con el paso de los siglos (un caso claro el de la agricultura), conocimientos que sirvieron para la creación de las primeras formaciones humanas, formaciones humanas que se fueron desarrollando y que fueron evolucionando sus necesidades ( comer, dormir, reproducirse y morir), creando así una nueva: la necesidad de nuevos conocimientos, adaptados y enfocados a las mayores problemáticas de su tiempo, que conlleva a la renovación y refinación de los anteriores, todo esto era es y será el panorama de la función de la ciencia en la historia humana, siendo directamente proporcional a los grandes cambios y fenómenos de la misma (guerra, reformas, paz, revoluciones, migraciones, etc.), la ciencia como tal es el punto fundamental para la creación de puntos de discusión, producción de políticas nacionales e internacionales y de desarrollo social, ajustada a los momentos de comunicación y de globalización actuales, ahora dando paso al tema partiremos de la situación actual de la ciencia en el ámbito internacional para poder enfocarnos a la situación de México en el panorama científico de renovación , creación y evolución, entendiendo las distintas etapas de ciencia en México, mencionadas por el investigador Ruy Pérez Tamayo.
Sobre la situación de la ciencia a finales y principios del siglo XX y XXI respectivamente, podemos decir que nuestra sociedad se ha vuelto mas cautelosa en cuanto los impactos que tiene la ciencia sobre la vida cotidiana, generando nuevas políticas y buscando que la ciencia de soluciones a las mayores preocupaciones que tiene la sociedad (Panayotis, C., Ibarreta, D., 2002), la velocidad y poder de la información moderna y la tecnología de la comunicación ha podido hacer disponible un gran rango de información en cualquier lugar cuya difusión lleva a pensar en que cualquier esfuerzo de crecimiento y desarrollo, tanto de países como de empresas tendrá mayor probabilidad de éxito si parte de una clara comprensión de la evolución tecnológica en los países-núcleo del sistema mundial (Panayotis, C., Ibarreta, D., 2002, Pérez, C.,2002), todo esto generado por la revolución tecnología y la aplicación de la ciencia, entendemos puesto que una revolución tecnológica puede ser definida como: un poderoso y visible conjunto de tecnologías , productos e industrias nuevas y dinámicas, capaces de sacudir los cimientos de la economía y de impulsar una oleada de desarrollo de largo plazo y al creación de nuevas tecnologías entendiendo los usos de la energía y el desarrollo de aparatos que ayudaron a llegar al estado actual: el telégrafo, el teléfono y el Internet, (Pérez, C.,.,2002) impulsando la creación de nuevos conocimientos, y manteniendo el concepto de que el desarrollo de la ciencia no debe desligarse de la evolución de la sociedad como un todo. (Pérez Tamayo, R., 2005).
A continuación ubicaremos a México dentro de este contexto internacional, cito: Si comparamos el desarrollo de nuestra ciencia en el año 2000, con el que teníamos antes, el progreso es indudable y en algunos aspectos recientes hasta puede considerarse un salto cuántico, En cambio, si comparamos a nuestra ciencia en el año 2000 con la de los países desarrollados (que es donde deberíamos estar) el retraso no solo es doloroso sino alarmante (Pérez Tamayo, R., 2005). Explicado de distintas maneras y comparando la situación actual del país con los países desarrollados como los mas representativos, ejemplo Europa, (Pérez Pascual, R., Rangel, J., 2005) todo esto debido a la falta de políticas publicas y de la utilización de los conocimientos para fines políticos y de mantenencia en el poder (Rocha, A., López-Martínez, R., 2005). Para poder entender la situación actual del país podemos decir que la evolución de la ciencia en México en el siglo XX puede concebirse en cuatro periodos distintos: el porfiriato (1900-1911), la revolucionaria (1911-1929), la posrevolucionaria (1929-1952), y la institucional (1952-2000), los limites que separan a estas etapas son arbitrarias y sirven mas de para marcar las principales transiciones políticas, económicas y sociales del país que para indicar cambios definidos en la historia de la ciencia mexicana (Pérez Tamayo, R., 2005).
Etapa Porfiriana (1990-1911)
Para la historia de la ciencia en México, el episodio mas importante de la etapa Porfiriana fue la fundación de la Escuela de Altos Estudios, el 7 de abril de 1910 (inaugurada el 18 de septiembre del mismo año), seguido por la fundación de la Universidad Nacional, el 24 de abril (inaugurada el 22 de septiembre , como parte de las fiestas del centenario), caracterizándose por la indiferencia pero después por una creciente actitud favorable para su desarrollo, que culmino con la fundación de la Universidad Nacional, (Pérez Tamayo, R., 2005).
Etapa revolucionaria (1910-1929)
Durante este lapso de tiempo el desarrollo incipiente de la ciencia del país, logrado durante el porfiriato, se detuvo de forma casi completa, en gran parte porque los gobiernos revolucionarios cerraron algunas instituciones científicas ya existentes y/o cambiaron por completo la estructura de otras, siguiendo un concepto puramente utilitarista de la investigación científica (Pérez Tamayo, R., 2005).
Etapa posrevolucionaria (1929-1952)
Con la fundación del Instituto Politécnico Nacional, en 1937, se amplio la base a partir de la cual se podría empezar a desarrollarse la ciencia en el país, a pesar de que la idea inicial era dedicar la nueva institución a la preparación de técnicos, maestros y obreros en general, además que en 1939-1942 llegaron a México, los científicos españoles exiliados por la guerra civil desencadenada por los militares fascistas en contra de la II republica que se incorporaron a distintas instituciones académicas como: la UNAM y el IPN, así como a algunas dependencias oficiales, como la secretaria de agricultura y la secretaria de salubridad y asistencia. (Pérez Tamayo, R., 2005)
Etapa institucional (1952-2000)
A partir de 1952 el panorama del desarrollo de la ciencia en México se caracteriza por su heterogeneidad, y el comienzo entre el choque entre ciencia y política, dejando claro que uno de los mayores obstáculos para el diseño y la implementación de una política moderna de ciencia y tecnología es el dominio de la elite científica que ha sido consultada tradicionalmente por los distintos gobiernos para la elaboración de programas de la materia. (Rocha, A., López-Martínez, R., 2005), pero para la segunda la segunda mitad del siglo XX los mejores adjetivos que se me ocurren para describir el desarrollo de la ciencia en nuestro país son: incoherente y complejo (Pérez Tamayo, R., 2005) el apoyo a la comunidad científica se mantuvo constante y no hubo modificaciones en los principales programas, (Pérez Pascual, R., Rangel, J., 2005, Pérez Tamayo, R., 2005), las distintas instituciones dirigían sus esfuerzos hacia lograr que el sector privado aumentara su participación en el financiamiento de proyectos de investigación (Rocha, A., López-Martínez, R., 2005).
El 29 de mayo de 1999 se aprobó la Ley para el fomento de la ciencia y la tecnología, misma que tenia entre sus objetivos definir y establecer los principios, incentivos e instrumentos que conformarían las bases de un nuevo sistema apoyo publico federal a la ciencia y a ala tecnología, así como un nuevo mecanismo de participación que permitiría que todos los sectores vinculados con estas actividades contaran con una vía formal para expresar sus opiniones y recomendaciones (Rocha, A., López-Martínez, R., 2005), esta son las políticas de México para con la situación actual, no sin olvidar los efectos que trajo consigo el tratado de libre comercio y la apertura comercial.
Conclusión.
Debido a los grandes cambios tanto económicos como sociales, dentro del panorama internacional de la ciencia, el país se queda rezagado gracias a su cambiante historia , los fenómenos sociales que crearon nuestra idiosincrasia también nos han llevado al conformismo y a la dependencia tanto económica, tecnológica y científica de los países desarrollados, no dejando de lado el hecho de la actitud de las viejas generaciones como dice el Dr. Ruy Pérez Tamayo, la indiferencia de nuestros gobernantes o el “utilitarismo” como el lo llama, lleva a las esferas de poder y grupos de presión ha ejercer juicios y voluntades, ha ocupar la ciencia en su propio beneficio, quitándole la función de generar y de renovar conocimientos, cerrando el circulo vicioso, dejando a México en un panorama no muy favorable o como dijera el Dr. Ruy y las autoras Panayotis Christadis e Ibarrieta Dolores, ese pesimismo que se que da en el aire mientras la preocupación por los problemas actuales, el “ahorcamiento” de la ciencias y de los investigadores, que lleva a no tener las soluciones para estos mismos problemas, nos lleva a un estado de espera angustiante, sin darnos cuenta, que la ciencia y la tecnología, que mueven al mundo y que crea superpotencias, empezaron por ideas, pero lamentablemente, en el país no existe la cultura de la realización de ideas y el planteamiento de proyectos, así que en próximos años hay que ser realistas y mantener una actitud de avance y evolución dentro de este mundo cambiante.
Referencias.
Panayotis, C., Ibarreta, D.,(2002) “Scientific Uncertainty and Enviroment- Related Technologies” en the Institute for prospective technological studies report. European comission, num. 68, Octubre, Sevilla, Pp. 33-39.
Pérez Tamayo, R., (2005) “Historia general de la ciencia en México en el siglo XX” Colección. Sección de obras de Ciencia y Tecnología, Fondo de Cultura Económica, México, 319 Pp.
Pérez Pascual, R., Rangel, J., (2005) “Ciencia, Tecnología y Proyecto nacional” Colección. Biblioteca de la Educación Superior, serie ensayos, Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, México Pp. 79-133.
Pérez, C., “Revoluciones Tecnológicas y Paradigmas Tecno-económicos” (2004) en Aboides, J., Dutrient, G.,(coord.) Innovación, aprendizaje y creación de capacidades tecnológicas, México, Universidad Autónoma Metropolitana, Pp. 32-47.
Rocha, A., López-Martínez, R., (2005) “Política en ciencia y tecnología en México: un análisis retrospectivo” en Pérez, C., (comp.) Revoluciones Tecnológicas y Capital financiero”, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Pp. 103-132.
Este artículo fue publicado por primera vez el 20 de septiembre de 2008 en la Revista virtual VBco,Therapy.